En mayo de 2020, el panorama del sector energético en el mundo no era el mejor: la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) contempló una caída de la demanda de un 6 % y, por el otro lado, una reducción en las emisiones de carbono de al menos un 8 %.  

Finalmente, la demanda global de energía disminuyó en un 2 %. Aunque las cifras son mejores de lo previsto, esta caída de la demanda en el consumo de energía eléctrica sí fue la más drástica desde la mitad del siglo XX e incluso peor que la de la crisis económica del 2009, cuando la disminución del consumo de energía fue de 0,6 %, según el último informe de la IEA, publicado en diciembre de 2020. 

Esta disminución del consumo de energía se dio por las medidas tomadas por los gobiernos a nivel mundial para evitar la transmisión del Covid-19, lo que también ocasionó la reducción global del Producto Interno Bruto (PIB) en un 4,4%, según cifras del Fondo Monetario Internacional. 

China fue el único país en no tener una disminución del consumo de energía en 2020. Las cifras de la IEA en diciembre proyectaban para ese país un aumento del 2% en la demanda de electricidad.  

El informe de la IEA no incluye a Colombia en su análisis, pero sí hace un recuento general de la situación vivida en América durante la pandemia. En el continente, el consumo de energía eléctrica cayó en un 3,5%. Brasil fue el país más afectado con una disminución del consumo de energía de un 4%.

Oportunidades con la disminución del consumo de energía eléctrica 

Recuperarse de una crisis no es fácil, y mucho menos de una tan difícil como la que vive el mundo por cuenta de la pandemia, pero buscar soluciones en alternativas sostenibles puede ser la salida para comenzar la recuperación.  

Según la IEA, el crecimiento de la generación de energías renovables en 2020 fue de aproximadamente un 7 %. Dan tres razones específicas a ese crecimiento: contratos a largo plazo, acceso prioritario a la red y la instalación sostenida de nuevas plantas.  

Los números seguirán mejorando en 2021 para la producción de energías sostenibles. La agencia espera que la producción de electricidad a partir de fuentes eólicas y solares aumente al menos un 29 % su cuota de mercado.  

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