El control de calidad hace referencia a todos aquellos métodos, acciones y herramientas que se utilizan para detectar falencias o errores en las industrias. Su principal función es asegurar que los productos o servicios cumplan con las exigencias mínimas de calidad, lo que, indudablemente es imprescindible para poder competir en un mercado cada vez más exigente y competitivo.

Sin embargo, un sistema de control debe siempre ajustarse a las necesidades de la empresa y al tipo de actividad que desea controlar. Esto se logra por medio del monitoreo continuo de la cantidad del producto, materiales, diseño, instalación y el mejoramiento operacional. Por eso, es importante implementar una estrategia que busque garantizar, a largo plazo, la supervivencia, el crecimiento y la rentabilidad de una organización, optimizando su potencial mediante el aseguramiento permanente de una producción eficaz.

Es así precisamente como los sistemas de control de calidad desempeñan un rol fundamental en el desarrollo industrial, generando diferentes beneficios para el logro de los objetivos, tales como:

Estímulo moral para el equipo de trabajo. Las funciones claras y definidas, los sistemas de capacitación establecidos, así como una clara comprensión de cómo sus roles afectan la calidad y el éxito del negocio, hacen parte del enfoque del control de calidad. Este busca que el personal esté motivado y satisfecho, lo que generará un mejor desempeño por parte de ellos en la organización.

Reconocimiento internacional. ISO 9001, la norma que establece los requisitos para la implementación de la gestión de calidad. El objetivo de muchas empresas es exportar a otros países, y la acreditación ISO contribuirá de manera significativa a establecer la credibilidad en el ámbito comercial internacional.

Mejora de la gestión de procesos. Los directivos pueden aprender sobre las mejoras que son vitales en un negocio a través de un sistema de documentación y análisis. Este es un procedimiento cuidadosamente planificado e implementado, que garantizará la toma de decisiones correctas para la empresa y la eliminación de los riesgos ante cualquier error.

Así pues, podemos decir que hoy por hoy las personas o compradores se fijan más en la calidad del producto, la cual logra satisfacer sus necesidades y generar ventajas que llevan a una compañía a cumplir exitosamente sus metas, obteniendo resultados óptimos, que den prestigio, imagen, reconocimiento y conduzcan a las organizaciones a mantenerse en el mercado de manera exitosa.

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Fuentes: https://www.milenio.com/opinion/varios-autores/universidad-politecnica-de-tulancingo/control-de-calidad-en-el-desarrollo-industrial
https://blog.infaimon.com/control-de-calidad-empresas-camino-maxima-eficiencia/

Mayor satisfacción para el cliente. ISO 9001 se basa en el principio de mejora continua. El estándar permite a las empresas definir qué debe ser un producto de calidad y cómo deben satisfacerse las necesidades de los clientes. Esto proporciona a las empresas el marco para revisar periódicamente si se satisfacen estos requerimientos o no, con el objetivo de perfeccionar sus procesos.

Niveles más altos de eficiencia. Maximiza la eficacia y la calidad. Establecen parámetros para ser seguidos por el personal con el fin de llevar a cabo procesos más sencillos en términos de tiempo o gasto financiero.