El reciclaje debe mejorar en Colombia y una estrategia del Gobierno es acabar con la confusión que tienen las personas, en su empresa, en su casa o en la calle, a la hora de tirar los residuos. Canecas de colores y de formas distintas confunden a los ciudadanos que terminan tirando todo en un solo lugar.  

Con el objetivo de acabar con esa confusión, el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Vivienda radicaron, en diciembre de 2019, la resolución 2184 que busca modificar la normatividad ambiental vigente en Colombia.  

Entre otras disposiciones, la resolución explica que se procederá a adoptar un código de colores obligatorio, que funcione igual en todo el país, para separar los residuos sólidos en la fuente, que consiste en seleccionar y almacenar los residuos sólidos en su lugar de origen para facilitar su aprovechamiento y manejo.  

A partir del 1º enero de 2021, este será el código de colores en la normatividad ambiental vigente en Colombia: 

• Color verde para depositar residuos orgánicos aprovechables como los restos de alimentos o desechos agrícolas, que pueden ser utilizados en compostaje. 
• Color blanco para depositar residuos no orgánicos aprovechables como plástico, vidrio, metales, papel, cartón, entre otros, y que sirvan para reciclar.  
• Color negro para depositar los residuos no aprovechables que son los que no ofrecen ninguna posibilidad de reincorporación a un proceso productivo como el icopor, los pañales y las toallas higiénicas, los papeles con recubrimientos plásticos o las envolturas de algunos alimentos. 

La resolución ordena que a partir del primer día del próximo año todos los municipios y distritos del país deberán implementar este código de colores para la presentación de residuos en bolsas u otros recipientes, que pasará a ser la normatividad ambiental vigente en Colombia. Las empresas de recolección también estarán obligadas a recoger y separar los residuos por los colores que indica la norma.  

Según el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, en diálogo con Radio Nacional, esta iniciativa busca promover la economía circular y la reincorporación al ciclo productivo de residuos que muchas veces terminan como desechos, sin ningún tipo de aprovechamiento. 

Las empresas tienen un compromiso con el planeta y eso tendrá recompensas a nivel social, ambiental y económico. Por eso, cumplir con el código de colores y con la normatividad ambiental vigente en Colombia es de carácter obligatorio. Los municipios y distritos serán los encargados de definir las sanciones a las personas y empresas que incumplan con la norma. Por ahora, la multa por incumplir el reciclaje ronda los $460 mil.  

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